Éste es el titular que más me ha llamado la atención hace un rato cuando he leído el Diario de Cádiz por Internet. Por lo visto, el dueño de un gimnasio de Cádiz se ha visto en problemas cuando la SGAE ha mandado a algunos de sus secuaces a espiar si el gimnasio utilizaba música o no. El pobre hombre tendrá que pagar a la SGAE el canon desde el año 2002, que como en estos tiempos de crisis sobra tanto dinero...
Gimnasios de todo el mundo, temed! La SGAE está al acecho, su objetivo es dejar la ciudad sin sonido, la música ambiente debe desaparecer, quitémosle alegría a la vida, la música ya sólo es negocio... y que se lo digan a los pobres deportistas, que desde hoy verán su tabla de ejercicios como algo mucho más duro...
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1 comentario:
Ay dios xD. Es tan III Reich.
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