domingo, 25 de enero de 2009

Perdona si...




-¿Me das un beso?
-Pero, Niki, yo...
-Chissst...¿Hay algo más simple que un beso?
-Pero tú y yo...es complicado.
-Chissst...deja que hable tu corazón. -Niki se le acerca. Apoya su mano sobre el corazón de Alessandro. Después la oreja. Y se pone a escuchar. Y aquel corazón emocionado late con fuerza. Y Niki sonríe-. Puedo oírlo. -Y se aparta de su pecho. Lo mira a los ojos y sonríe en la penumbra de la terraza.
-Dice que no...
-¿Que no a qué?
-A que entre tú y yo las cosas no son complicadas. Son simples.
-Ah, ¿sí?
-Sí. Y luego le he preguntado: "¿Qué hago, lo beso?"
-¿Y qué te ha dicho?
-Me ha dicho que tú no lo pones fácil, pero que también eso es simple...

Y Alessandro se rinde. Y Niki se le acerca lentamente. Y lo besa. Dulce. Amable. Tierna. Suave. Ligera. Como un jazmín. Como Niki. Coge los brazos que Alessandro tiene caídos y abandonados y se los pone alrededor del cuello. Y sigue besándolo. Ahora con más pasión. Alessandro no se lo puede creer. Diablos. Tiene diecisiete años. Veinte menos que yo...